Leonor Lalanne

Escritora barbastrense

Leonor Lalanne
  • Sobre mí
  • Galería
  • Obras literarias
  • Blog
  • Contacto

Presentacion de El Secreto de Kirchland en el Museo Diocesano Barbastro-Monzón

Home / Impresiones y sensaciones

Presentacion de El Secreto de Kirchland en el Museo Diocesano Barbastro-Monzón

Publicado el
13/05/2014
Por Leonor Lalanne Canales

Barbastro, 9 de abril de 2014.

Presentación de El Secreto de Kirchland en el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón.

Ni en mis mejores sueños podía imaginar lo que esa tarde iba a suceder en el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón.

Más de 400 personas quisieron acompañarme en un día tan especial para mí. Las palabras se quedan cortas para describir todos los sentimientos que se agolpaban en mi cabeza, y sobre todo en mi corazón, al ver esa “marea humana” que venía a compartir conmigo y con toda mi familia “El Secreto de Kirchland”.

La hora fijada para la presentación era las 20,00 h. y recuerdo que a las 19,40 h. sola junto a mi familia y editores pensé…¿y si no viene nadie?. En ese momento llegó un antiguo amigo de Huesca que me dijo:

-¡Dedícame un ejemplar no vaya a ser que luego no puedas entre tanta gente!

Miré a mi alrededor y, tras comprobar que el Museo estaba vacío, le dije:

-…..no sé yo……pero bueno….vale.

Me senté para escribir mi primera dedicatoria de la noche, me tomé mi tiempo porque no había indicios de que tuviera que darme prisa y, cuando acabé, levanté la cabeza y varias personas se habían puesto detrás …. como en una cola improvisada. Muy ilusionada continué escribiendo dedicatorias, todas ellas personales y diferentes, y recuerdo que a los 2 o 3 minutos volví a levantar la cabeza y me dí cuenta de que se había formado una cola, de personas que querían que les dedicara la novela, hasta la puerta. Entre sorprendida y emocionada continué escribiendo y firmando. La siguiente vez que miré hacia la puerta la misma cola era triple y parecía que continuaba fuera del Museo.

A las 20,20 h. había perdido totalmente la noción del tiempo. Todas las personas que me pedían una dedicatoria eran una nueva sorpresa y todas merecían un abrazo, dos besos y mi enorme agradecimiento y gratitud por haberse acercado hasta allí y pedirme una dedicatoria. Miguel Hecho y Javier Franco, mis queridos editores, con muy buen criterio me dijeron que tenía que empezar la presentación. Recuerdo que en ese momento pensé que no quería dejar de descubrir una nueva cara amiga tras otra, una alegría tras otra…

Casi a rastras me llevaron a la mesa de presentación. Allí nos sentamos Paloma Barrientos, que fue tan generosa de aceptar mi petición de compartir ese día conmigo y de apoyar tanto mi novela como a mí misma en mi debut literario, Don Enrique Calvera, Director del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón y sobre todo sacerdote y testigo de todos los momentos importantes de mi vida, Miguel Hecho, el artífice, junto a Javier Franco, de que mi sueño de ver “El Secreto de Kirchland” entre mis manos, se hubiese hecho realidad, y por último…la escritora: Leonor Lalanne Canales.

Tras las intervenciones de ellos, todas ellas maravillosamente cálidas, me llegó el turno de hablar. Sabía que lo normal sería estar nerviosa pero era tal mi felicidad que estaba flotando ….como en una nube. Mis labios no podía dejar de dibujar una sonrisa enorme de alegría. Miré a mi alrededor y solo veía caras y más caras amigas, en ese momento aún no lo sabía pero más de 400 personas me rodeaban.  Recuerdo que cuando cogí el micrófono y comecé a hablar mis palabras comenzaron a fluir solas.

Tenía claro lo que quería decir.

Deseaba contarles por qué había escrito la novela, quería transmitirles cómo había disfrutando creando las historias y sobre todo unos personajes que estaban “vivos”…, tan vivos que casi ellos mismos me habían dicho lo que querían hacer en cada momento. Que deseaban amarse y odiarse, mentirse y apasionarse, traicionarse y  pelearse, … y sobre todo, luchar incansables por hacer realidad sus sueños.

Quería que todos supiesen que, por el camino, había hecho una rigurosa documentación histórica ya que como “El Secreto de Kirchland” está ambientada en la Inglaterra de la baja Edad Media, había querido que a través de los ojos de los protagonistas el lector descubriera cómo eran las costumbres en esa época y sobre todo, cómo vivían y sentían.

Como bodeguera que soy, y sabiendo que muchas de las personas que me rodeaban lo iban a entender perfectamente, les conté uno de los viajes que realiza una de las protagonistas de la novela al Burdeos de 1300. Allí conoce a François Lalanne, ese personaje entrañable que le transmite la pasión por la tierra, la viña y el mundo del vino que seguimos compartiendo los hombres y mujeres de esta Denominación de Origen de Somontano de la que nos sentimos tan orgullosos de formar parte.

Una vez explicados tanto los motivos de escribir “El Secreto de Kirchland” como el argumento de la novela quería dar las gracias. Primero a las personas que habían hecho posible que mi sueño se hiciese realidad, todo el equipo de Gráficas Editores, el sello editorial de Gráficas Barbastro, a las personas que me habían ayudado a que mi novela pudiese llegar a muchos más sitios: Paloma Barrientos, Miguel Ángel Fernandez del Restaurante La Posada de Lalola de Buera, y Macu Hervás Moreno. Quería agradecer a toda mi familia lo que había trabajado conmigo para que ese día fuera tan especial, el aguantar mis nervios y mis agobios y sobre todo, quería agradecerles el “ilusionarse con mi ilusión”; a las autoridades que en muchos casos habían dejado otros compromisos para estar esa tarde conmigo y con toda mi familia apoyándome, y tenía muy claro que quería agradecer a todos los presentes, en general y en particular, que estuviesen allí conmigo, compartiendo ese sueño tan increible que se estaba cumpliendo.

Por último quería tranmitir a mi público que la única finalidad por la que había escrito “El Secreto de Kirchland” era para disfrutar, y era tanto lo que había disfrutado en el proceso de creación de la novela que al acabar lo único que deseaba era poder hacer disfrutar a más personas.

Tras mis palabras,  se formó una maravillosa cola junto a la mesa y de nuevo una avalancha de cariño hizo que permaneciera hasta más tarde de las 23 h. sin parar de escribir. Recuerdo que de vez en cuando alguien me preguntaba si estaba cansada, si tenía hambre o sed, si necesitaba algo y yo lo único que acertaba a responder era que estaba feliz… feliz, feliz, feliz.

Solo puedo dar las gracias . Gracias a todas las personas que compartieron ese momento tan maravilloso conmigo. Siempre formarán parte del día en que mi sueño se hizo realidad.

A veces en la vida hay instantes en los que se roza las nubes. La tarde del 9 de abril de 2014 subí mucho más arriba de las nubes … llegué hasta el cielo.

Impresiones y sensaciones

Deja un comentario Cancelar respuesta

© 2014. Creado por Graficas Barbastro